martes, 14 de julio de 2009

KISS en Venezuela.Caracas, 17 de Abril del 2009

No serán los grandes virtuosos y su música no está llena de arreglos, cambios de tiempo y efectos de producción, pero los añejados Paul Stanley y Gene Simmons, junto a los “jóvenes” Eric Singer y Tommy Thayer, ofrecieron lo que para muchos asistentes ha sido considerado como el mejor concierto de rock que se ha hecho en Venezuela. El esperado evento que apenas contó con una asistencia de 6000 personas, se celebró el 17 de abril en los espacios abiertos del Hipódromo La Rinconada.

Si hay algo que caracteriza a Kiss es la disciplina. Se han conservado al tope desde 1973 justamente gracias a ella y la constancia que los hace mantenerse en forma, perfeccionando cada uno de sus movimientos. Muchos fans que asistieron al concierto ya se sabían de memoria el show, porque básicamente era el mismo que han mostrado a lo largo de 35 años, pero una cosa es verlo en DVD y otra totalmente distinta es presenciarlo. Hasta quienes no eran fanáticos de Kiss salieron asombrados y hubo quienes se convirtieron en fans.

Pudo conocerse en declaraciones del personal que manejó las cámaras de televisión ese día, que Kiss contó con un ejército de técnicos que trabajaban con disciplina militar para que cada número del show saliera a la perfección. Cada paso de la coreografía, cada movimiento de los músicos, cada gesto que hacían, cada efecto de las luces, tenía un propósito. Todo en el show de Kiss estaba planificado para buscar una reacción en el público, de allí el secreto del éxito de este grupo.

Sorprendió la actuación de Eric Singer, sin duda el mejor baterista que ha tenido Kiss en cuanto a nivel musical y técnica se refiere. Su solo de batería probó aún más que, del cuarteto, es el que mejor preparación musical tiene, además de que canta muy bien y hasta más afinado que el propio Simmons, por ejemplo. Por su parte, Tommy Thayer no será Ace Frehley (guitarrista original) pero actualmente toca mejor que el susodicho. Sacó todas las partes de guitarra con precisión quirúrgica, pese a que sobre el escenario tiene una escena un poco más tímida que el resto de los integrantes.

Todo lo que la gente había visto en videos como efectos de pirotecnia, fuegos artificiales, pantallas, confeti y papelillos, plataformas que elevaban a la batería durante la descarga de Eric Singer, enormes plataformas dispuestas sobre la tarima, juego de luces infinito, Gene Simmons escupiendo sangre y fuego para luego ser levantado por unos cables hasta el techo del escenario e interpretar “I love it loud”; Paul Stanley lanzándose por una guaya hasta la torre de la consola durante el tema “Love gun” y muchas otras acrobacias, fueron ejecutadas a la perfección para el deleite de la llamada “Armada Kiss venezolana”.

El sonido fue inmaculado para ellos, lo que reviste de un mérito enorme debido a que era un lugar abierto y no planificado para conciertos. Como la gira era la “Alive 35” que conmemora los 35 años de carrera, el repertorio estuvo basado en un gran porcentaje en su disco en vivo “Alive I”, rememorando éxitos como “Deuce”, “Strutter”, “Got to Choose”, “Hotter than hell”, “Nothin To Loos”, “Black Diamond”, “Let me go Rock’n’ Roll” y el himno “Rock and roll all nite”.

Tampoco faltó la pegajosa “I Was Made to Lovin’ You” de la etapa más disco-pop del grupo, pero muchos fans extrañaron éxitos de los 80 como “Creatures of the night”, “Domino”, “I Just Wanna”, “Calling Dr. Love” o “Psyco Circus”, un éxito de su última etapa. Sin embargo debido a la impresión no hubo quejas al respecto.

Tanto la banda, como Solid Show, empresa organizadora, prometieron otro concierto en suelo venezolano. Solo falta ver si luego del fracaso económico del evento es viable otra presentación tan pomposa como la del 17 de abril.

Lamentablemente la organización dejó entrar a la prensa muy tarde, y los periodistas no pudieron disfrutar de la actuación de las bandas venezolanas. Los reporteros entraron cuando Arkangel estaba terminando su actuación y solo pudieron presenciar tres temas. La productora debería cuidar que los medios de comunicación también puedan cubrir la actuación del talento nacional.

Pudo conocerse, por las opiniones y reacciones del público que tanto Electrocirkus como Arkangel gustaron, pese a las dificultades de audio, y lograron mantenerles el ánimo. Como siempre, el talento nacional no contó con el mejor sonido que merecían tener dos bandas con tanta trayectoria y prestigio dentro de la movida nacional. ¿Cuándo las grandes productoras cuidarán de los músicos venezolanos y dejarán de tratarlo como si fuera un mero trámite o un compromiso legal?.

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